Ir a San Miguel de Allende es siempre una aventura visual, tactil y por supuesto de buen comer. Hace unos días llevé a Isabel que vino unos cuantos días de vacaciones y visité dos tiendas fabulosas. La primera se llama "Camino Sivestre" - comederos para colibríes y artículos para la casa siempre relacionados con las aves. El deleite máximo. Después fui a otra tienda que se llama Abrazos con una fantástica colección de artículos confeccionados con telas de algodón con motivos mexicanos. Por obvias razones, no compré nada ya hecho sino compré media yarda de una tela donde las Catrinas, que son las calaveras mexicanas están de fiesta. Con esa media yarda y otras telas más hice este par de bolsas.
Ir a San Miguel de Allende es siempre una aventura visual, tactil y por supuesto de buen comer. Hace unos días llevé a Isabel que vino unos cuantos días de vacaciones y visité dos tiendas fabulosas. La primera se llama "Camino Sivestre" - comederos para colibríes y artículos para la casa siempre relacionados con las aves. El deleite máximo. Después fui a otra tienda que se llama Abrazos con una fantástica colección de artículos confeccionados con telas de algodón con motivos mexicanos. Por obvias razones, no compré nada ya hecho sino compré media yarda de una tela donde las Catrinas, que son las calaveras mexicanas están de fiesta. Con esa media yarda y otras telas más hice este par de bolsas.